(Crítica) Alexia Mars - Dime que eres tú

Alexia Mars - Dime que eres tú

La apacible existencia de la joven Ariadna Smith se verá perturbada cuando a la muerte de su madre encuentre entre sus pertenencias una fotografía que podría cambiar todo su mundo.

Dispuesta a desentrañar el misterio se colará en la poderosa mansión Railey, en la que todos sus miembros esconden un secreto. Poco a poco una oscura telaraña se irá tejiendo a su alrededor y la verdad que tanto ansía se convertirá en un peligro mortal.

Su única salvación está en las manos de un solo hombre: Christopher Railey, su acérrimo enemigo.


Sin duda este libro me dejará con resaca literaria, es más debo reconocer que en cuanto lo terminé sentí que nada me logrará enganchar así durante un tiempo… largo.

¿El motivo? La intriga está muy bien llevada. Es más, hasta podría decir que eclipsa la historia de amor y curiosamente eso no me molestó ni un poco.

Tenemos dos frentes narrativos, dos focos de atención. El primero es el de la protagonista, Ariadna, una joven que acaba de quedar huérfana de madre, ya lo era de padre, por tanto queda irremediablemente sola y en medio de su luto descubre un secreto de quien fuere su madre, Ann Smith, una mujer que la amó y le enseñó todo cuanto sabía. Ariadna se da cuenta que hay una parte de su pasado que desconoce y no se quedará tranquila hasta saberlo todo aunque eso signifique descubrir un pasado lleno de traiciones de la familia Railey lo cual incomodará a más de uno.

Es en esta campaña en que conoce a Christopher Railey, un hombre con un pasado doloroso que lo alejó de su madre y de Emily, su adorada prima, y de todo lo que le era querido. Entre los dos intentarán desenmarañar esta compleja historia que marcó el destino de tantas personas.

Y aquel es el segundo frente narrativo, la historia de Jonathan Railey y Caroline, donde las familias de ambos juegan un rol importante en el destino de estos enamorados que, aunque sabemos desde el principio que no tendrán un final feliz, lograron que mi corazón se acongojara sinceramente por los dos. Por la maldad de Gina, la inocencia de Caroline y la ceguera de Jonathan. Todo esto me dejó un gusto muy amargo.

En cuanto a los personajes secundarios destaco a Darel y Emily, una pareja que lucha mucho por poder alcanzar la felicidad aunque esta les sea tan esquiva.

Los demás en la familia Railey son realmente despreciables, pero necesarios. Aunque eso no quite lo crueles e intrigantes que son. El libro tiene una gama de personajes y pocos muestran su verdadera cara es por ello que no ahondaré mucho en ellos para no dar más detalles de los necesarios.

El único punto negativo es el final, debió ser más esperanzador y enfocarse en Ariadna y Christopher y demostrar que a pesar de todo el dolor que los envolvió hay un futuro sin sombras del pasado para ellos.

De igual manera el libro es excelente y lo recomiendo mucho.