Crítica- Nancy Holder- "La Cumbre Escarlata"

Son las tres palabras con las que empieza la versión novelada de la película “La Cumbre Escarlata” dirigida por Guillermo del Toro y adaptada por Nancy Holder; sin embargo, luego de haber leído el libro, puedo decir que esas tres palabras, más que una introducción, son una promesa, pues es exactamente lo que encontrarán en esta lectura.

“La Cumbre Escarlata” podría ser considerada como una obra de terror, ya que trata de fantasmas; sin embargo, su espíritu―en mi opinión― es más de una novela de suspenso o de misterio, que te mantiene atenta a toda la narración desde el principio hasta el fin. Está escrita en tercera persona; pero no por ello tiene una sola perspectiva, al contrario, se puede ver el escenario de la novela desde el punto de vista de sus personajes, empezando en su protagonista Edith Cushing, hasta en el doctor McMichael y los hermanos Sharpe, Thomas y Lucille.

Es la historia de un amor trágico, un amor tímido y un amor prohibido que confluyen envueltos en secretos terribles del pasado, pretendiendo atraer una última víctima a la telaraña, Edith Cushing; sin llegar a imaginar que ella podría ser esa diminuta chispa de luz capaz de acabar con el reinado de oscuridad en “Allerdale Hale” …

… pero me estoy adelantando. No haré un resumen del libro porque en serio, en serio quiero que lo lean. Personalmente, ha sido uno de los pocos libros que me han hecho decir: “Oh, Dios, por favor que no se termine” (Y eso que son como 700 páginas y hasta un poco más ) Llegas a imaginarte las escenas, a ver la historia a través de los ojos de sus personajes y a entenderlos de una forma que no comprendes hasta que sucede.

Edith es una joven americana y heredera que sueña con la publicación de su novela; pero que, en secreto, vive atormentada por el fantasma de su madre, quien, solo acude a ella con una advertencia que Edith solo llega a comprender muchos años después, quizá demasiado tarde. Un día, muchos años después de su terrible pérdida infantil, su mejor amigo, Alan McMichael, regresa a la ciudad con noticias, entre ellas, que su joven y frívola hermana, Eunice, ha conocido a un enigmático y noble inglés, quien, está segura, la convertirá en su esposa. Edith no le presta atención e incluso llega a expresar cierto desdén por aquellas personas que viven del esfuerzo de otros solo por el valor de un apellido.

Todo ello cambia cuando conoce a Sir Thomas Sharpe, aquél enigmático inglés que encantó a Eunice McMichael y entonces, todo cambia. Se da cuenta que Thomas no es un holgazán que vive de un apellido; sino que es un hombre ingenioso que está luchando por rescatar el nombre de su familia, poniendo en funcionamiento una antiquísima mina de arcilla roja. Por tal razón y sumando a ello la visión romántica que tiene Edith, se enamora de él. Un evento trágico antecede al intempestivo matrimonio Sharpe-Cushing y, en muy corto tiempo, la joven pareja se muda a la casa familiar de los Sharpe: “Allerdale Hale”, a la que suelen llamar “La Cumbre Escarlata” debido a la acción de la arcilla de las minas bajo la antiquísima y envejecida construcción.

Es entonces cuando el cuento de hadas en el que la desvalida heroína es rescatada por un príncipe azul y obtiene un final feliz, se tergiversa. Edith se ve sumergida en las historias que se ocultan tras los muros de “Allerdale Hale” y, una vez más, es aquejada por fantasmas del pasado que susurran sus secretos y advertencias, ocultándose en los rincones, dejando pistas y esperando.